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2 de julio de 2012

Tartessos.

Tramo junto al río Cuerpo de Hombre
Después de una última semana de Junio en la que hemos padecido la supuestamente 1ª ola de calor del vernano nos levantamos el domingo estrenando mes y casi con ola de frío; no es que hiciese frío, pero con la bajada de temperaturas, el viento soplando y el cuerpo acostumbrado a temperaturas ya más altas a primera hora se agradecía la manga  larga.
Una vez pasada lista procedimos a la elección de la ruta a realizar y entre las varias opciones propuestas se decidió hacer la que se dirige más al sur por aquello de la temperatura reinante: Tartessos.
En este recorrido tenemos un poco de todo, y con el tiempo va evolucionando gracias a que vamos habilitando tramos de caminos que nos permiten quitarnos carretera. Con todo ello comenzamos dirigiéndonos a La Calzada de Béjar, por un camino acondicionado en el último año principalmente, de uso tradicional pero que se había perdido casi por completo por la falta de uso.
Una vez en La Calzada nos dirigimos hacia la Cañada Real Soriana Occidental, donde tenemos unos kilómetros de fácil rodar siempre que el viento no nos ponga muchos impedimentos; en este tramo de cañada nos llevamos una sorpresa en un punto del camino cuando vimos que se están clavando estacas metálicas con la intención de cerrar el paso.
El siguiente tramo es el más bonito para nuestros gustos, un tramo de una vía de comunicación del pueblo tartesso. No es muy largo el tramo en cuestión, en torno a 1,5 km de descenso por piedra, técnico y divertido, para desembocar en Montemayor del Río con la vista del castillo al frente. Desde aquí emprendemos el camino de regreso a casa inicialmente por la ruta de los miliarios, paralela al río Cuerpo de Hombre y por un paraje digno de conocer.
Desembocamos en la Ruta de la Plata a la altura del Puente de la Malena, que nos lleva hasta la finca "El Molino", donde abandonamos la vía que llevamos y enlazamos con el GR10, un tramo también muy bonito, boscoso que conocemos como la umbría. Es un ascenso duro, y aquí ya se iba notando la escasez de fuerzas, pero es en esos momentos de debilidad muscular cuando sale la raza y la fuerza mental que hace que el que pasa apuros acabe la ruta.
Al final de la etapa un tinto de verano o una cerveza fresca nos hace olvidar los momentos duros pasados y quedarnos sólo con lo bueno.

MGJ.

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